Lo que acabas de presenciar, es un ensayo fotográfico, que propone conceptos en un territorio vasto como la Cordillera de Nahuelbuta, a la que le fue arrebatada no sólo su cabellera nativa, sino que sus paisajes relacionados con el campo chileno, inmersos en un contexto de montañas y bosques centenarios.
Hay zonas donde persiste la agricultura y ganadería. Y también hay plantaciones con especies exóticas, que dominan extensas zonas donde no hay nadie, ni vive nadie. Así como la soledad, la luz se cuela por entre las quebradas.
El silencio y la indiferencia, casi se huelen en ese aire helado, por donde brotan heridas abiertas en paisajes repetidos y monocromos. Hay también imágenes quizá suficientes o que evoquen algún rasguño de una memoria en común.
Algún conocimiento o noticia lejana de cómo fue todo eso antes. Existen colores que aún no han sido corrompidos. Esos matices sitúan al espectador en ese otro tiempo, que aún corre paralelo en las mayores alturas, en territorios no capturados, ni tampoco sometidos. Este trabajo, es resultado de un proceso investigativo, acerca temas tan diversos como las alturas, historia, el clima, los caminos, la logística, entre otros. Así mismo, todas las fotos presentadas son también producto de un minucioso proceso de edición, que consideró distintas etapas en los últimos años, así como la estética, la composición y otros parámetros técnicos.